27 de juny 2008

¿Hay vida en Marte?



Hubo un tiempo en el que el centro de mi existencia era yo.
Y yo era el Sol. El Hijo.
Esta noche sopla un viento hipo-huracanado en mi interior de isla. El olor a pan recién hecho no está más.
Por aquel entonces yo era el prota absoluto de mi súper-producción. Mi divo.
Las campanillas de las ventanas tañen una sinfonía claramente positiva. Luego dirán rachas de más de 100 km/h... Cristales rotos.
Posteriormente me convertí en un culebrón de más de trece mil capítulos.
Presagio que el AVE pasará por el lateral de la Diagonal. A vista.
Después de tantos años, ahora van y me enseñan que la cámara respira. Y ese desconcierto me ha producido cierta ilusión. Tontos años.
Mi Tío Antonio, el de la Luz, ha muerto esta mañana en Nerja. Sin embargo, no guardo ninguna foto suya.
Clark Kent está inspirado en Buster Keaton. Of course.
Hoy soy la Tierra. Madre Tierra. Y Padre. Tierra. De una Luna.
1977.
Últimamente tengo un niño. Que es lo más bonito.
Ahora ya sólo aspiro a ser un buen sirviente.
Y, cuando cumpla 18, su amigo.
Lo primero lo dijo Laurence Olivier; lo otro mi ompligo.

Por eso, Jesusito de mi vida, aunque ya sabes que yo nunca te rezo, sé clemente y hazme un hueco. Contéstame, a lo sumo, a esta pregunta que desde mi humilde morada te suplico... ¿Hay vida en Marte?... Y si es mucho pedir... ¿hay en Marte algún respingo?... Y por lo que más quieras, Jesusito, dime algo bonito.

Te doy 15 días, ¿vale?

A Paquito.

19 de juny 2008

12 de juny 2008

Sara: Què significa que "el trabajo dignifica"?

"Durante la mayor parte de la historia de la civilización el trabajo fue considerado como una actividad despreciable, considerándose impropia de seres libres, y llevada a cabo por esclavos o extranjeros. Tanto es así que incluso el origen de la palabra trabajo se encuentra ligado al concepto de tortura, ya que el tripalium era una especie de cepo formado por tres palos cruzados donde los reos eran atados, quedando así inmovilizados mientras se les azotaba.


El origen de las palabras nos proporciona, así, una visión esclarecedora de que la situación, en el fondo, no ha cambiado tanto. Ahora a los reos se les llama asalariados, los tres palos cruzados son el actual puesto de trabajo y los azotes son las reglas impuestas que se han de seguir para conservarlo. La esclavitud ha sido substituida por hipotecas, inflaciones económicas y miedo a perder el medio de subsistencia. Abocados a la necesidad impuesta del hiperconsumo, en la búsqueda de un poder adquisitivo para sobrevivir en la sociedad del bienestar, miles de personas se ven sometidas a dividir su vida en tiempo de trabajo y tiempo de ocio, es decir, en tiempo esclavo y en tiempo libre.


La subsistencia más elemental de mucha gente depende de una minorías priviligiadas que amasan fortunas incalculables. Periódicamente se exhiben listas de multimillonarios, como si fuera algo a emular, pero no se dice que estos individuos son los principales responsables de la miseria de miles de millones de personas, de la destrucción del planeta, de las continuas guerras existentes... Esta minoría, además, dejó de trabajar, o no lo ha hecho nunca, obligando a los demás a trabajar para ella. Destruyen el territorio, masificándolo o despoblándolo, mientras se lucran especulando. Se proyectan obras innecesarias, se controlan las fronteras, y si hace falta se hacen más y nuevas prisiones para encarcelar y reprimir a los descontentos con el sistema. Van de la mano de los políticos para imponer sus reglas y se sirven de los medios de comunicación, suyos o a su disposición, para implantar un pensamiento único. El suyo, ese que les permite mantenerse como clase dominante y explotar al resto para su propio beneficio.


Ya lo dice el saber popular... trabajando nadie se hace rico".


He transcrito, casi literalmente, la octavilla que este último Sant Jordi, 23 de Abril de 2008, nos pasó al final de la Rambla, no la Negra Flor no, sino un individuo enjuto, con barba de 365 días y gafas de pasta, más bajo que la media, ajado, retorciéndose hábilmente entre la mara para colocarnos el ciclostil, como si se estuviera escapando de una página en blanco y negro del Víbora. Por un momento su visión me transportó a las tardes de los viernes de mis dieciséis camino de la Musiqueta o de la Reixa, o ya de vuelta, y a lo mucho visto allí aunque sin fijarme apenas.


He escrit aquest post pensant en la Luci i el Pepe.

Antonio Berni.- Manifestación.