17 de setembre 2007

Los 7 Magníficos

Me gustaría que mi próxima obra de teatro fuese un western. Con poco texto. De vez en cuando, una gran frase. Muchos silencios. Pero silencios llenos. Algún duelo. Sol. Un saloon lleno hasta la bandera con puertas de entrada abatibles, partidas de cartas y un pianista incierto. Al fondo un viejo. Chicas. Niños. Las chicas siempre alegres. Los hombres serios. Y miedo, bastante miedo. Un pistolero vestido de negro. Caballos. Nubes de polvo. Gente llegando, una diligencia partiendo. Maletas apiladas cerca de un abrevadero. La barbería cerrada. Un herrero abierto. Disparos a lo lejos. Gritos. Un sheriff muerto. Más silencio. Hasta aquí la media parte. Luego, un ataúd de madera blanca. Y telón.

Sería una obra de teatro muy parca. Seguramente, doblada al castellano. Y en la banda sonora se silbaría bastante. Necesitaría de un gran teatro para llevarla a cabo, y todos los actores deberían ser de carácter. Y, a poder ser, tenerlo. No pagaríamos dietas porque ésta sería una característica esencial del proyecto. Y todos nuestros hijos tendrían un papelillo. No contrataríamos a nadie que haya aparecido en el espectáculo del oeste de Port-Aventura. Ni se aceptará Targeta VISA en los chiringuitos de refrescos. Porque otra cosa no sé, pero calor, pasaremos un rato. No haríamos temporada en Barcelona, sino en Almería. Y la gira sería redonda, ya que el show se llevaría a cabo en una carpa de dimensiones ingentes. Como véis, una auténtica comedia folk.

No invitaríamos a los críticos dado que sus críticas, probablemente, no nos serían nada favorables. Al contrario, al igual... se cebarían con la escenografía, que, por cierto, no os he dicho que debería ser un desierto. O con la falta de argot catalán en el texto.

(tontinuará...)

1 comentari:

Prisamata ha dit...

Debería ser un western moderno:

http://www.youtube.com/watch?v=p5BEgioBehI